¿Cómo puedo crear contenido con altísima calidad?

Muchas personas, al crear su marca personal, buscan imitar a un tercero buscando ese «atajo» que les permita viralizarse rápido.

El problema, es que hay muchas variables que prevalecen dentro de una marca personal como para crear contenido viendo lo que hacen los demás.

La personalidad, los intereses, el tono de voz, la simpatía, la creatividad etc. Estos son factores que pueden ocasionar que una persona se haga viral haciendo algo, y otra, haciendo lo mismo, no.

  • Hay quienes bailan y les va bien, otros se ven ridículos.
  • Hay quienes cuentan chistes y les funciona, otros dan lastima.
  • Hay quienes hablan y hablan y se llenan de seguidores, a otros pareciera que nadie los quiere escuchar.

No voltees a ver lo que hacen los demás, sin tomar en cuenta tu público objetivo.

Muchas personas han matado su marca personal por menear el trasero cuando su audiencia no está conformada por el tipo de persona a quien le gusta ver traseros meneándose. Por más pomposo que lo tengas.

¿A quién le quieres llegar? Considera esto antes de querer hacer lo que hace otro.

Debes posicionarte como el líder de una comunidad, no como un seguidor. Crear un camino que otros puedan recorrer a través de tus experiencias.

Por esta razón, el primer paso para crear contenido es convertir tus historias en un mensaje. Esto provocará que tu cerebro piense en soluciones a los problemas de otro a través de los problemas que has superado para ti mismo.

Voltear a ver lo que hacen los demás, debe servirte como inspiración, no como un camino a seguir. Ellos quizás no tienen los objetivos que tu tienes.

Si quisiéramos crear esa «receta mágica» para publicar contenido, la respuesta sería ser «original». Es decir, contar historias, educar a través de tu experiencia y compartir un mensaje que le resuelva los problemas al tipo de público a quien quieras llegarle.

Plagiar la personalidad de otro no es un camino que puedas sostener a largo plazo. Tu mejor apuesta es arriesgarte a ser tu mismo.

Autor: Juan «Memo» Churión